Los gasteizarras, Soziedad Alkoholika, aterrizaron en la Eventual de Málaga presentando su nuevo disco “Cadenas de odio”. Aforo casi completo en una sala donde caben 700 personas. Y restando algún que otro “amigo de lo ajeno” que intentó joder la marrana mediante la apropiación indebida de objetos, la velada fue corta, pero inmejorable.
La noche comenzó cuando la banda local “V3CTORS”, nacida de la desaparecida “NoDefine” saltó al escenario. Una formación con un toque muy “AFI” donde el ramalazo a lo “Pearl Jam” de la voz del cantante cuando se ponía melódico no pasaba desapercibido. No obstante, esta banda de metal progresivo que tira mucho al djent con tintes hardcore y groove y hasta me atrevería a decir un toque grunge, se metió al público en el bolsillo, pues su sonido, gustos a parte, fue contundente y profesional.
Antes de empezar el concierto de Soziedad Alkoholika los aledaños de la Eventual eran un hervidero de almas sedientas de una (sobre)dosis de violencia musical. Cuando los de Vitoria salieron al escenario tras la banda local la ovación fue ensordecedora y la sala a reventar de gente esperando escuchar la potente música de los vascos.
Abrieron, como era de esperar, con el single ‘Barrio Oscuro’, de su último disco, seguido de ‘Cadenas’, también nuevo. Un comienzo enérgico, pero frío, debido a la novedad de los temas. Aunque pronto se calentó el ambiente cuando sonó ‘Polvo en los ojos’. Y tras el típico saludo de Juan Aceña a su público al son de: “¿Qué pasa, peña?”, pisaron el acelerador ultrasónico y no dejaron respirar al respetable mientras sonaban temas como ‘Apestáis’, ‘Tiempos Oscuros’ y ‘Corruptos’. Con un sonido contundente y depurado que llenaba absolutamente todo el espacio.
Sin dar tregua ligaron varios tracks, entre ellos, ‘Mala Sangre, de su anterior trabajo de estudio y en el que colaboran los mañicos “Doble V”, banda de referencia del hiphop patrio. Continuaron con ‘Política del miedo’, y cuando terminó este tema y Juan gritó: “No habrá paz”, todos los asistentes ya sabían que tema vendría: ‘Palomas y Buitres’, canción que habla del problema vasco sin tapujos y en la cual el pogo cobró vida.
Hacia el ecuador del concierto el ambiente estaba caldeadísimo y el pogo a riesgo de hemorragia colectiva. Roberto, baterista de S.A., no para de meter caña al doble bombo en cada tema. Y Jimmy, a la guitarra, con su headbanging habitual se acopla a la voz de Juan y el resto de sus compañeros en cada riff con una energía contagiosa. Mientras, se escuchaban los gruñidos del público cantando junto a Juan las letras de canciones como ‘Ratas’, ‘La Aventura del saber’, ‘Piedra contra tijera’ y ‘Peces mutantes’, aportando un buen sabor de boca tras cada clásico que dejaban oír.
Sin procrastinar ni un sólo segundo sonó ‘Procrastinación’, una palabra muy de moda para definir lo que ha sido toda la vida el “deja para mañana lo que puedas hacer hoy”. Continuaron dándole un buen repaso a su último disco y tocaron la euskera ‘Gora goaz’ (vamos hacía arriba), y la anticristiana ‘No kiero participar’ de su disco Ratas, del año 95. Toda una declaración de principios que deja patente que no sólo a S.A. le repatea la “santísima” iglesia católica.
El grupo hace el típico paripé de abandonar el escenario tras hora y diez de concierto, para ni cinco minutos después, volver a él y tocar ‘S.H.A.K.T.A.L.E’ (Siemhre Hay Alguien Ke Te Amarga La Existencia), tema de su primer álbum “Intoxicación Etílika”. Siguieron con ‘Ciencia Asesina’, y en cada tema que terminaban los asistentes coreaban “otra, otra”. Y ellos, sin defraudar a su público cerraron con tres más, ‘Pauso bat’, ‘Motxalo’ y el tema con el que vienen cerrando sus conciertos desde hace varios años, ‘Nos vimos en Berlín’, poniendo punto y final a un concierto en el que primaron el buen sonido, una acústica inmejorable por la potencia del equipo que había tras S.A. Un grupo veterano que tras casi 25 años sobre los escenarios no defraudan. Y lo hacen notar con un setlist variado que da repaso a prácticamente toda su discografía.
CARMEN MATEOS | @La_Gataperra
Poetisa espontánea 